RAMALLO, Abril 30 (www.RamalloCiudad.com.ar) Durante la última semana se generó una polémica en torno del número de estudiantes que pueden convivir en la Residencia Universitaria que el municipio de Ramallo sostiene en la ciudad de Rosario.
La controversia tuvo lugar entre los estudiantes de la residencia y la subsecretaria de educación municipal bajo cuya órbita recae la administración y control de la residencia.
De un lado, los estudiantes reclaman que fueron incorporados más alumnos que los acordados y que la falta de espacio no les permite vivir cómodamente. Se trata de siete nuevos estudiantes que se sumaron este año, lo que eleva el total de habitantes a 39 personas cuando -según los estudiantes- en la casa no debiera haber más de 33 ó 34 personas. Además los jóvenes reclaman el mal estado del mobiliario y del edificio que habitan.
En tanto, desde la subsecretaria de Educación rechazan categóricamente la situación de hacinamiento denunciada y redoblan la apuesta al reconocer que no se cumple con la ordenanza que regula la permanencia en la residencia, y que hay “chicos que ni siquiera rindieron una materia”.
En ese marco, un grupo de concejales del oficialismo, entre los que se contaron al presidente del Concejo Alejandro Agotegaray, y los concejales Héctor Sbuttoni y Christian Fabrizzi, y de la oposición como la concejal Gabriela Lourenco viajaron a la residencia con el objeto de actuar como intermediarios y se comprometieron a celebrar un plenario en la propia residencia, que será definido por la comisión de educación del concejo.
Reclamos
La residencia universitaria se encuentra ubicada en calle San Luis 1631 de Rosario, en la planta alta de un edificio antiguo. Tiene 10 habitaciones para estudiantes y una habitación más pequeña reservada para la encargada de la residencia. Cuenta además con dos baños con tres cubículos cada uno y una cocina con tres hornos.
Los estudiantes dejaron trascender su disconformidad por el estado del edificio y por la situación de sobrepoblación. Ellos aseguran que queda poco espacio, y que el municipio quiere que vivan 39 ó 40 personas cuando el espacio permite que haya entre 33 y 34. Además denunciaron que en algunas habitaciones llegan a convivir seis personas, que en otras habitaciones no alcanzan las camas y que hay estudiantes durmiendo en el piso.
En cuanto al estado del edificio, se quejaron porque debieron clausurar el baño de hombres. Además indicaron que en la cocina, de los tres hornos, dos no funcionan y que tienen problemas con la presión del agua caliente.
“No hay hacinamiento”
En respuesta a esos reclamos, la subsecretaria de educación municipal Araceli Natalucci dijo: “estoy en total desacuerdo, debo desmentir lo que dicen los chicos en cuanto al estado de hacinamiento. De ninguna manera y bajo ningún concepto los chicos están hacinados en la residencia. Ocurre que ahora son 37 los residentes, entraron tres chicos nuevos, ellos dicen que pueden entrar 33 ó 34 chicos para estar cómodos y en realidad entraron 3 chicos demás.”
“Los reclamos que hacen en cuanto a lo edilicio me sorprende, desde que asumí en el cargo tenemos conversaciones continuas. En enero fui a visitar a los chicos, ellos me comentaron lo que necesitaba y en orden de prioridades fuimos respondiendo a sus reclamos y lo seguimos haciendo. Ya hemos arreglado los baños, las puertas, colocamos tanques de agua y este lunes estaremos mandando el plomero, seguramente vamos arreglar el tema del horno, todo esto es cuestión de un tiempito por lo que le pido a los chicos que tengan paciencia”, dijo.
En cuanto al número de incorporaciones, agregó: “no es cierto que haya chicos durmiendo en el piso, esa cuestión se dio un solo día. Hay chicos que hace muchos años están en la residencia y creen que tienen derechos a dirigir todo lo que pasa ahí adentro, entonces sacaron algunas camas de su lugar y la llevaron hacia otro. Por ejemplo, ellos dicen que entraron 7 chicos demás, pero yo solamente tuve que enviar una cama y de esto tengo testigos, por eso invito a quien quiera a visitar la residencia y ver como están viviendo”.
Hacia el final se
