Los despedidos de Bio Ramallo marcharon por la ciudad de Villa Ramallo, en compañía de sindicatos, organizaciones sociales y políticas.
La protesta comenzó con un escrache frente al domicilio de Juan Carlos Bojanich, uno de los dueños de la empresa.
“Queremos marchar acá, estar presente frente a la casa de Ballestrino, él es el segundo de Bio Ramallo y tendría que haber dado la cara. Bojanich no dio la cara entonces le reclamamos que lo haga él” dijo el delegado gremial Fabián Sola.
Este jueves 1 de agosto vence la extensión de la conciliación obligatoria que la semana pasada impuso el Ministerio de Trabajo.