La disminución en los niveles de vacunación encendió las alarmas en Ramallo. Patricia Ramírez, responsable del área de vacunación del Hospital José María Gomendio, confirmó un descenso sostenido en la aplicación de las dosis del calendario oficial, situación que ya se refleja en la reaparición de enfermedades que hacía años no circulaban, como la tos convulsa.

Ramírez explicó que esta tendencia se observa en todo el país y recordó que el calendario nacional incluye vacunas para todas las edades. Advirtió que la caída en la cobertura no se debe a la falta de dosis, sino a la resistencia de un sector de familias jóvenes. “Estamos pasando por una época de padres antivacunas”, señaló, y agregó que el fenómeno se profundizó tras la pandemia.

Los mayores retrasos aparecen en bebés y niños pequeños, con esquemas incompletos en los primeros meses de vida, y también en adolescentes que no recibieron las dosis obligatorias. La profesional destacó la importancia de la inmunización comunitaria: “Las vacunas no son un escudo absoluto, pero evitan los cuadros graves”.

Entre las mayores preocupaciones mencionó el sarampión, debido a su alta contagiosidad. Finalmente, aseguró que en Ramallo hay stock completo y llamó a la responsabilidad familiar: “La vacunación depende de cada persona”.