RAMALLO, Marzo 28 (RamalloCiudad.com.ar) Desde hace algunos años en Villa Ramallo funciona la casa Manos a la Obra. Se trata de un centro comunitario ubicado sobre calle Fray Luís Beltrán donde se alimentan a niños cuyas familias se encuentran en situación de pobreza.
La “casita”, como todos la llaman, es presidida por Marta Abaca, una enfermera con casi 30 años de experiencia, movilizada por el sentimiento de ayudar a sus vecinos. En la actualidad los días sábados allí almuerzan alrededor de 40 niños de entre 2 y 13 años. El resto de la semana se dedican a la confección y arreglo de ropa que luego es vendida a muy bajos precios, dinero con el cual solventan los gastos.
“En estos años hemos crecido mucho, ocurre que cuando las cosas se hacen bien la gente confía, y esto que estamos haciendo con mis nietas y mi hija, este trabajo solidario, a la gente la conmueve. Creo que no tendrían que existir los comedores, a veces cuando veo a todos estos niños comiendo acá y ellos me aplauden porque dicen que cocino muy lindo, pienso en que las cosas tendrían que ser como cuando yo era chica que uno comía en su casa. No tendrían que existir los comedores pero lamentablemente si uno ve que hay una necesidad y puede dar una mano, tiene que hacerlo”, cuenta.
Marta lleva con orgullo su trabajo solidario, lo hace sin quejarse y asegura que siente que vive un sueño. “El otro día escuchaba una frase que decía “he perdido tanto en las patriadas, que ahora vivo de sueños”, para mí esto que estoy haciendo es un sueño. Siempre quise hacer tareas solidarias pero cuando tenés un hogar, con chicos, con un esposo, no podes dedicarte. Hoy estoy sola, desde hace cuatro años que no tengo a mi compañero con quien haría 47 años que estábamos casados, y entonces lo que me queda es ayudar a los niños”.
Durante la semana, en “Manos a la Obra” se preparan ropas, Marta junto a su hija y nietas salen por las casas a recolectar prendas en desuso que luego reciclan. Mucha ropa se arregla y con otra se hacen nuevas confecciones como delantales y acolchados. “Trabajamos todos los días, vendemos la ropa para recaudar dinero y con eso compramos lo que necesitamos para mantener la casa. Lo que ocurre es que no podemos esperar que todo nos lo den, tenemos que ponernos las pilas y trabajar. Siempre digo que nos tenemos que acostumbrar a no pedir tanto, acá por ejemplo vendemos a un peso las remeras para que la gente lo sepa valorar porque no hay que dar todo. A las personas hay que darles la línea y enseñarles a pescar” asegura.
“Manos a la Obra” siempre necesita de las donaciones, especialmente en esta época del año, ropas de invierno, guardapolvos y cuadernos para los niños que asisten a la escuela. Aquellos que deseen pueden acercar sus donaciones a Fray Luís Beltrán y Saavedra de Villa Ramallo. (RamalloCiudad.com.ar)