La Municipalidad de Ramallo intensificó los controles sobre motovehículos que circulan fuera de las normativas de tránsito, en especial aquellos que utilizan escapes no reglamentarios y generan ruidos molestos. Los operativos, coordinados entre el área de Tránsito y la Policía, cuentan con el respaldo del Juzgado de Faltas y con el monitoreo del sistema de cámaras de seguridad.

La jueza de Faltas, Sol Aroza, explicó que el uso de escapes adulterados no es una infracción menor, sino una falta grave vinculada a la salud pública. Señaló que los ruidos excesivos pueden provocar trastornos físicos y emocionales, afectando a personas con hipersensibilidad auditiva, adultos mayores, niños, personas con discapacidad y también a los animales. “No es una moda ni un capricho, es una cuestión de salubridad”, afirmó.

Los procedimientos se realizan tanto en la vía pública como mediante videovigilancia. Cuando se detectan infracciones graves —como maniobras peligrosas o escapes no autorizados— se labra el acta correspondiente y se puede ordenar el allanamiento y secuestro del vehículo. Aroza aclaró que no se persigue a los motociclistas, sino que se actúa dentro del marco legal priorizando la seguridad de todos los involucrados.

Estas infracciones no admiten pago voluntario ni reducción de multas, debido a su gravedad. La sanción mínima equivale a 300 unidades fijas, que superan los $ 450.000. Para recuperar la moto, el propietario debe acreditar la documentación legal y reemplazar el escape por uno autorizado, mientras que el anterior es destruido.