LA PLATA, Febrero 07.-Finalmente, la novela tragicómica del kirchnerismo en torno a los 6.500 millones de dólares de reservas del Banco Central parece estar llegando a su fin con la asunción de la "desarrollista" Mercedes Marcó del Pont, que ya manifestó su postura favorable a que
Los antecedentes y la trayectoria de Marcó del Pont, que se nutrió de las enseñanzas de su tío abuelo Rogelio Frigerio, la ubican en la vereda de la defensa de la producción y de los intereses nacionales. Pero, en el contexto que vive el país, poco importan las buenas ideas o intenciones que pueda tener la nueva titular del Banco Central. Difícilmente pueda instrumentar un verdadero plan estratégico cuando la única intención de los Kirchner es obtener ese dinero para pagar deuda externa (sin ningún tipo de auditoría sobre la legalidad o no de lo que estaría pagando). Y así liberar fondos para disciplinar gobernadores e intendentes, buscando corregir la demoledora sentencia en su contra de las urnas con el uso discrecional de la billetera.
Todo indica que la Corte Suprema, a partir de la apelación presentada por
Muy distinto sería si las reservas fuesen utilizadas en incentivar la producción, otorgando créditos blandos para que crezcan y se multipliquen las pymes y las industrias nacionales; o si fuesen usadas para modernizar los principales sectores de la actividad agropecuaria, en un país que supo ser el granero del mundo y que actualmente no cuenta ni siquiera con las vacas suficientes para darle de comer a la población. Los exorbitantes aumentos en los precios de los distintos cortes de carne, que se registraron en los últimos días, es una clara muestra de ello.
En ese sentido, la inflación se está convirtiendo en un verdadero problema, que puede pulverizar el poder adquisitivo de los sectores populares. Y si ello ocurre, podría generar una gran ola de descontento popular. Las agrupaciones piqueteras anti K, que el año pasado reforzaron su presencia en la calle, están agazapadas para salir a reclamar nuevamente. Y no es para menos: la situación de pobreza e indigencia en el Conurbano se está volviendo insostenible.
La movida K de utilizar las reservas, además, persigue otro objetivo: intentar frenar el creciente estado de malestar que existe dentro del justicialismo hacia la conducción kirchnerista. Ya no se trata sólo de los cuestionamientos que pueden hacer un puñado de intendentes o legisladores bonaerenses, sino que el estado deliberativo también alcanza a los gobernadores que ven peligrar su propio futuro político. El chubutense Mario Das Neves ya terminó de despegarse definitivamente de los K, y un camino similar podrían seguir en el corto plazo otros mandatarios provinciales como el salteño Juan Manuel Urtubey o el sanjuanino José Luis Gioja. Hay rumores de que estaría preparando una cumbre de mandatarios provinciales peronistas para el mes de abril, donde podría definirse un armado que no integre al kirchnerismo.
La excepción, por el momento, es Daniel Scioli. El gobernador bonaerense se vio obligado, por enésima vez, a jugar a fondo con el matrimonio presidencial, obteniendo a cambio algunas migajas, como fueron $ 1.200 millones de aportes no reintegrables y $ 200 millones de adelanto de coparticipación recibidos esta semana, que poco contribuyen a solucionar los males de
Scioli necesita conseguir en lo inmediato al menos $ 2.500 millones para poder aumentar los sueldos a docentes y empleados estatales, de lo contrario no comenzarían las clases y se paralizaría
La aventura de las testimoniales le produjeron un duro golpe, del cual aún no puede reponerse y que provocó la clausura de su proyecto presidencial. Ahora su objetivo pasaría por ser reelecto en la Provincia en 2011, algo que también está supeditado a lo que pueda hacer Kirchner. No son pocos los que imaginan que, ante una debacle del Gobierno nacional, el santacruceño intente refugiarse en
Actualmente, en la provincia de Buenos Aires hay numerosos