La organización Pirotecnia Cero Ramallo manifestó su profundo pesar por lo sucedido durante la víspera de Navidad, una noche que para numerosas familias del distrito se vio atravesada por el miedo, la angustia y la preocupación, lejos del clima de paz y encuentro que caracteriza tradicionalmente a estas fechas.
Desde la entidad reconocieron que durante la Nochebuena se realizaron algunos controles, aunque advirtieron que los hechos registrados confirman una problemática que vienen señalando desde hace años: las medidas aisladas no resultan suficientes si no existe un verdadero compromiso social y una toma de conciencia colectiva que desaliente el uso de pirotecnia.
La organización recordó que cada detonación no es un hecho menor ni inofensivo. Detrás del ruido hay personas con Trastornos del Espectro Autista que atraviesan crisis severas, bebés, adultos mayores y personas con discapacidad que padecen desregulación, miedo y angustia, y animales que resultan heridos, desorientados o incluso perdidos.
Uno de los puntos que más preocupación genera es la venta clandestina en domicilios particulares, una práctica ilegal que expone tanto a quienes compran como a quienes venden, poniendo en riesgo a familias enteras. Además, cuestionaron la participación de adultos que facilitan dinero a niños y adolescentes para la compra de pirotecnia, naturalizando conductas que afectan la convivencia.
Desde Pirotecnia Cero Ramallo remarcaron que esta política no es un capricho, sino una herramienta de cuidado, respeto y convivencia. Muchas familias no pueden celebrar en igualdad de condiciones cuando el ruido se impone con violencia.
Finalmente, solicitaron reforzar controles, inspecciones y la aplicación de las sanciones previstas por la Ordenanza N.º 5494/16, tras detallar los barrios donde se registraron denuncias por venta y uso de pirotecnia. El llamado final es a la reflexión, la empatía y la responsabilidad social, recordando que celebrar no debe implicar hacer sufrir a otros.