Asesino silencioso

Desde el Hospital Gomendio advierten por la inhalación de monóxido de carbono

El director del Hospital José María Gomendio, Rubén Millán, advirtió sobre los cuidados que deben tener las familias a la hora de calefaccionar sus hogares en relación a la aparición de monóxido de carbono, que puede traer serias consecuencias para la salud.

“Normalmente decimos que el oxígeno que respiramos se tiene que unir a la hemoglobina, que es una proteína de la sangre que lo lleva a todo el organismo. Cuando en lugar de respirar oxígeno en el ambiente hay monóxido de carbono, lamentablemente tiene una afinidad 200 veces superior que el oxígeno para pegarse a la hemoglobina. Cuando la sangre llega a los tejidos, el monóxido de carbono no se desprende de la hemoglobina como lo hace el oxígeno, entonces la células se quedan sin oxígeno, es como si fuera una asfixia especial a nivel celular”, explicó.

Para evitar esta situación, detalló una serie de recomendaciones. Sostuvo que “hay ciertas combustiones, sobre todo las que están relacionadas con leña, carbón, estufas en mal funcionamiento, que van a despedir un gas que se llama monóxido de carbono. No se puede tener prendido un aparato que no tenga oxigenación o esté preparado para un ambiente cerrado”.

Como el monóxido de carbono no tiene olor, en altas concentraciones y durante un tiempo prolongado, la persona no se da cuenta y va quedándose dormida. “Le puede producir cefalea, dolor de cabeza, sensación de decaimiento, no se va a dar cuenta que está intoxicada con monóxido de carbono. De a poquito, como no le llega oxígeno al cerebro, aparecen otros síntomas neurológicos más graves: estado de coma, convulsiones, movimientos parecidos a los del Parkinson, pero como tiene una inhibición en la función de las neuronas, no se da cuenta y seguidamente de eso se produce la muerte”, cerró el médico.

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