LA PLATA, Febrero 21.-(Por José Luis Picón) El primer tanteo salarial que la administración de Daniel Scioli ensayó con los gremios docentes y estatales no pasó de los límites esperables: una oferta acotada y revisable que, como indica el manual del arranque de cualquier negociación de estas características, fue rechazada de plano por los sindicatos.
Fue la puesta en escena, no obstante, de un debate que asoma complejo y que llega rodeado de tironeos y desconfianzas. La administración de Daniel Scioli parece haber endurecido su postura para esta negociación, en especial frente a algunos sectores sindicales con los que hasta no hace mucho decía mantener sintonía fina. Los episodios de fin de año -los pedidos oficiales de no realizar paros frente a la "imposibilidad" oficial de mejorar los salarios, desatendidos en especial por los docentes-, pueden que estén marcando en parte ese cambio.
No es, con todo, el único elemento condicionante en la negociación. Del lado oficial, la delicada situación financiera bonaerense y su dependencia de las ayudas de
Hay otro aspecto central que excede lo cuantitativo: la forma de pago del futuro aumento. La oferta de abonar la mejora en dos etapas -marzo y julio-, parecería revelar la intención oficial de clausurar la discusión por los sueldos en lo que queda del año. "La jugada es clara: como los aumentos se cobran al mes siguiente, la última cuota llegará al bolsillo de la gente en agosto. Después, con apenas cuatro meses para terminar el año, ¿quién puede creerse que la Provincia va a volver a sentarse a negociar?", analizan en algunos búnker sindicales.
Otro tema crucial no les cierra a los gremios. El hecho de que por ahora sólo se estén proponiendo mejoras sobre bonificaciones que no modifican el sueldo básico, es otro motivo de rechazo. Los docentes y estatales tienen atadas, en mayor o menor medida, sus carreras en la administración a las sumas que van de la mano con ese concepto. Y si el básico no se toca, tampoco subirán bonificaciones, suplementos y hasta las horas extras que están enganchados con ese rubro.
Por eso, la primera oferta oficial fue rechazada de plano por los sindicatos, aún cuando en términos porcentuales, significaría un aumento de alrededor del 16% para el caso de un empleado de la administración que recién se inicia.
Y finalmente, juega también el proceso inflacionario en marcha. Ningún gremio quiere dar por cerrada en febrero una negociación para todo el año, en un escenario en el que las estimaciones inflacionarias establecidas en el Presupuesto nacional de menos de un dígito, se cree serán pulverizadas por la realidad. Una apuesta intermedia de los sindicatos pasaría por que la Provincia firme un acuerdo para reabrir la negociación en el segundo semestre, siempre y cuando, claro, la oferta inicial sea un poco más seductora.
LAS MIRADAS SOBRE SCIOLI
Las paradojas de la política anduvieron haciendo de las suyas en los últimos días: al mismo tiempo que buena parte del peronismo bonaerense se apresta en esta ciudad a concretar una demostración de fe kirchnerista bajo la consigna "Néstor 2011", recrudecieron las versiones sobre las chances de Daniel Scioli de ser candidato presidencial bajo el paraguas del oficialismo.
Y al mismo tiempo, volvieron las especulaciones sobre el destino del ex presidente y la alternativa de que se calce el traje de candidato a gobernador bonaerense.
El plan de invertir los roles de ambos dirigentes no es nuevo y está bajo análisis en los laboratorios del oficialismo. Scioli se ha negado a hablar en público de la posibilidad de que sea ungido presidenciable, porque es una aspiración que guardan bajo llave la mayoría de sus operadores. Por ahora, el mensaje será la cautela y la única carta que seguirá mostrando el sciolismo será la del intento reeleccionista en
Esa probable proy