El Poder Hoy

El juego de las demostraciones

"El escándalo que se vivió en el Congreso, como consecuencia del fracaso opositor, significará un antes y un después para los principales armados políticos"
"El escándalo que se vivió en el Congreso, como consecuencia del fracaso opositor, significará un antes y un después para los principales armados políticos"

LA PLATA, Marzo 14.-En la semana que pasó, comenzó a esbozarse un reacomodamiento de piezas en el fragmentado tablero político que existe en la Argentina, especialmente en la provincia de Buenos Aires.

 

Todo indica que el escándalo que se vivió en el Congreso como consecuencia del fracaso opositor al querer rechazar el pliego de Mercedes Marcó del Pont significará un antes y un después para los principales armados políticos.

 

No es para menos: el kirchnerismo, que pese a estar en retirada aún conserva una importante capacidad de daño, metió el puñal donde más duele y, sin mayores dificultades, con el solo hecho de adornar a dos senadoras, destruyó los pies de barro en los que se asentaba el conglomerado opositor del Congreso.

 

Este cimbronazo, entre otros efectos, hizo que el Lole Reutemann volviera a quedarse sin nafta en la recta final por llegar a la presidencia. Así como en 2002 no llegó a la Casa Rosada porque vio “algo” que no le gustó, ahora el ex corredor de Fórmula 1 dijo sentirse desanimado (su ex delfín político, Roxana Latorre, fue una de las senadoras del borocotazo). La situación fue aprovechada, principalmente, por Francisco De Narváez. Ni lerdo ni perezoso, el Colorado confirmó que recurrirá a la Corte Suprema a fin de saber si puede presentarse o no como candidato a presidente, teniendo en cuenta que no es argentino: nació en Colombia.

 

¿Cuál es el objetivo de emprender esta movida, teniendo en cuenta que difícilmente la Corte tenga una respuesta positiva? Claramente, el diputado intenta volver a un primer plano, tras varios meses de ostracismo luego del ajustado triunfo que obtuvo en las legislativas de junio, donde canalizó el gran descontento social que existe contra el Gobierno.

 

El Colorado también buscó reinstalarse con otra jugada como fue sumar a José “Pepe” Scioli a su armado, con quien ya está caminando la Provincia. De esta manera, también mantiene abierto un posible canal comunicante con el gobernador bonaerense, Daniel Scioli.

 

Pese a que ellos lo nieguen, los hermanos Scioli no sólo están unidos por la sangre, sino también por los negocios. Y sabido es que el ex motonauta es prácticamente la única carta que tiene la Casa Rosada para una eventual candidatura presidencial, siendo el garante de una salida ordenada del pingüino. Por ello, más allá de las batallas que puedan ganarle a la famélica oposición, los altos índices de imagen negativa del matrimonio presidencial, que lanza frases grandilocuentes, como es decir que se van a quedar hasta 2020 para obtener algo de oxígeno, son prácticamente irremontables.

 

La posibilidad de que De Narváez sea candidato a presidente es rechazada, de plano, por Eduardo Duhalde, que está trabajando para ocupar ese lugar y, además, desplazar a Kirchner de la conducción del Partido Justicialista. Duhalde y De Narváez mantienen una relación cargada de rispideces, con heridas que aún no cicatrizaron, producto del armado de listas que compitieron en los comicios legislativos (varios dirigentes que responden al caudillo de Lomas quedaron afuera a último momento), pero difícilmente el distanciamiento sea definitivo. Incluso ya existirían acercamientos, y no son pocos los que creen que la estrategia de De Narváez de recurrir a la Corte hasta habría sido hablada con el ex presidente.

 

Aseguran que, en realidad, más allá de los fuegos de artificio que significa la jugada de recurrir a la Corte, el principal objetivo del empresario diputado sigue siendo llegar a la Gobernación bonaerense.

 

En tanto, Duhalde se trazó la estrategia de intentar socavar uno de los pilares del poder que, junto con el manejo de la caja del Estado, aún conservan los Kirchner: el respaldo de los intendentes del Conurbano. El caudillo de Lomas de Zamora grita, a los cuatro vientos, que diariamente habla con los jefes comunales, y promete que dentro de 120 días el liderazgo de Kirchner en el PJ desaparecerá. Paralelamente, mantiene contactos asiduos, vía Rodolfo Terragno, con el radicalismo, intentando así reflotar la alianza que supo tejer con Raúl Alfonsín en 2001 y que luego constituyó la base del gobierno de transición que él encabezó.(Fuente: Diario HOY)