Por la Licenciada María Cecilia Doval (*), especial para RamalloCiudad.
Cuántas veces como padres consentimos a nuestros niños en exceso. Muchos lo comentan como algo novedoso, agradable, justificándose en que comparten poco tiempo con ellos; por lo que no los van a retar, a contradecir, o bien porque son muy pequeños y no quieren que lloren, etc. Dicen con orgullo: es un malcriado y lo malcriamos nosotros.
El psicoanálisis va a decir el abandono está dado por A) defecto: o sea físico-real, o B) por exceso: es decir sobreprotección, que tiene que ver con tener presente como padres sólo nuestro deseo, no dejándolos hacer algo porque nos da miedo o por comodidad. Hacer las cosas por ellos, a veces es más fácil que enseñarles, no es lo mismo que satisfacer necesidades, uno debe discernir dónde está esa delgada línea entre el deseo y el capricho.
Esto que en algún momento hacemos, a la larga puede jugársenos en contra, alguna vez habrán escuchado decir: ¡mira cómo les paga a sus padres y tan bueno que fueron con él...! Porque en muchos casos lo que generamos son adultos egoístas, centrados en sí mismos, que lo único que desean es satisfacer su deseo ¡ya! , sin importarle el otro y es eso lo que nosotros le transmitimos en su infancia, entonces no podemos pretender otra cosa. Me remito nuevamente a la película “Mio fratello e figlio único”, donde quien termina respondiendo a sus padres cuando grandes y lo necesitan es quien había sido desmerecido y dejado de lado por estos, y no aquel que fue ubicado en el lugar de predilecto.
Freud habla de lo innato, lo que cada sujeto trae, como único e irrepetible y lo adquirido, aquello que tomamos de nuestro ambiente, es decir el lugar subjetivo, se aprende- aprehende y por lo general, en principio en casa…
(*) Psicóloga /Psicopedagoga
Posgraduada en el Hospital Psiquiátrico de La Habana, Cuba.
Profesora universitaria. Ocupa un cargo en el Gobierno porteño y se desempeña en un Centro de Salud Mental, en el área de discapacidad.
Ex asesora Pedagógica de varios colegios privados de Gran Buenos Aires y Capital Federal.
Ex integrante del Servicio de Neurología del Hospital Evita de Lanús.
Se desempeña en consultorio particular desde 1998.